Pequeños negocios. Gran impacto.
Estamos orgullosos de nuestros clientes que agregan vitalidad a nuestras comunidades mientras crean un camino hacia la prosperidad para ellos, sus familias y sus empleados.
En LiftFund, el 86% de nuestros clientes son emprendedores de color, el 40% son mujeres y el 26% son empresas emergentes que contribuyen a la economía local y marcan la diferencia en sus comunidades.
Lea sobre el viaje empresarial de nuestros clientes e inspírese con su pasión, compromiso y resiliencia.
Orlander ha tenido su parte de luchas. Después de pasar por tiempos difíciles cuando era joven, se decidió a cambiar su vida y comenzar su propio negocio para mantenerse a sí mismo. Un amigo le enseñó a hacer joyas, por lo que en 2013 lanzaron juntos una empresa de joyería. Si bien su negocio no tuvo éxito, Orlander tomó sus habilidades y las lecciones que aprendió y cambió el nombre del negocio. Abrió Urban Stylez, una tie
El chef Reggie Martin descubrió su pasión por la comida a una edad temprana mientras trabajaba para Lemond Catering, el negocio de su familia en Houston, Texas. Reggie finalmente se asoció con su esposa Merinda Watkins-Martin para hacerse cargo del negocio familiar en 2003.
Los amigos y compañeros de equipo de béisbol de la universidad, Aaron, Jordan y Mark, querían más que sus trabajos diarios, por lo que lanzaron el exclusivo servicio de lavandería The Folde. Necesitaban financiación después de operar el negocio con poco dinero. Recurrieron a LiftFund, quien se arriesgó con la joven startup y proporcionó el capital necesario para reinvertir en su negocio y comercializar su marca.
Al crecer en un pequeño pueblo fronterizo mexicano, Susan encontró inspiración en las ricas tradiciones artísticas y la belleza de su comunidad. Cuando el negocio de su padre los llevó a nuevas oportunidades y una casa en los Estados Unidos, Susan decidió que algún día tendría su propio negocio.
En Berenice’s Kids of McAllen, la vestimenta adecuada puede transformar los eventos cotidianos en celebraciones memorables. A pesar de su éxito, esta boutique de ropa formal para niños lucha como muchas otras empresas incipientes agobiadas por el peso de los préstamos bancarios convencionales.
Después de una doble amputación por encima de la rodilla, el ex marine Travis Green comenzó a volver a aprender a caminar. Su mayor obstáculo fue el equipo proporcionado por sus médicos; los bastones y las prótesis eran dolorosos, incómodos y podían romperse fácilmente en cinco años. Travis no pudo encontrar una prótesis que le proporcionara una gran movilidad y durara toda la vida, por lo que decidió hacer una. Travis creó
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